martes, 6 de agosto de 2013

Diario de un Rodríguez (I y II): En busca del mollete perdido + Cocinando me doy una maña

6 de agosto de 2013

Cuaderno de bitácora, octavo día solo en Madrid.  Hoy me he permitido el lujo africano (para un parado de larga duración) de desayunar fuera de casa antes de ir a visitar a mi madre.

Como ya he indicado en este diario repetidas veces, el ser castellanista y amar a las tierras castellanas no está reñido con el cosmopolitismo ni con la multiculturalidad , así que, a falta de mis castizas porras, me he desayunado con un mollete de Antequera bien acompañado de su aceite de oliva y su tomate. Andalusian Breakfast, ahí es ná.

El caso es que, cual Magdalena de Proust en “en busca del tiempo perdido”, el mollete me ha evocado otros veranos, por las tierras del sur peninsular, junto al mediterráneo, ese mar que conocí de adolescente pero que tan buenos recuerdos me trae. Así que no, amigos, hoy no voy a hablarles de la meseta, de sus ríos, sus valles y sus tigrales. Hoy el mollete me ha transportado momentáneamente a Málaga y a Almería, a otros veranos y otros lugares.

Y sobre todo me ha recordado a ella, la que en estos momentos a tantos kilómetros se encuentra de aquí.



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20 horas

A pesar de la injustificada preocupación de mi Santa, sus amigas, mi familia, conocidos y mascotas, me voy apañando bastante bien con el tema de las comidas y/o las cenas, ese gran problema de tantos Rodríguez. No es mi caso. Como buen “cocinillas” que es uno, me estoy planificando una dieta variada, veraniega y mediteránea, dentro de las limitaciones que impone nuestra penuria económica.

Al hilo de lo escrito esta mañana, para que se vea que uno no va de “nacionalista excluyente” por la vida y que en su paleta utiliza los colores de todas las regiones de España (caray, qué cursi queda esto),  me he preparado dos platillos sabrosos y mediterráneos. Un gazpacho andaluz y un zarangoyo murciano.

Hasta aquí la crónica de este octavo día de gloriosa resistencia a la soledad del Rodríguez de fondo, parado y asfixiado (por la calor).



GazpachoZarangoyo


9 comentarios:

  1. Buena entrada, ánimo y a disfrutar de todo lo ue se pueda. Nunca he visto los campos llenos de tigres en Castilla, pero si tú lo dices, seguro que los hay

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    1. JAJAJA, no sabía por dónde ibas (hay ,ucho dadaísta por ahí suelto) hasta que he vuelto a leer esto. "TIGRALES", obviamente eran TRIGALES, pero lo voy a dejar así, jejeje. Tres tristes trigos comían tristes tigres en un triste tigral.

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  2. No son tigrales de tigres sino de trigo.

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  3. Pero tío, por qué está de Rodriguez? Se ha ido Mabel? Que no te deje mucho sólo que el día menos pensado te lleva una rubia por ahí.

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    1. Uy, no creas, ¿quién iba a aguantar a este carcamal sino ella?

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  4. :-), ánimo, el verano no podrá contigo

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  5. :-) ánimo, el verano no podrá contigo

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  6. Los hubo, los hubo, los dientes de sable, en el mioceno. Nunca te acostaras sin haber aprendido una cosa mas. Ea con Dios.

    César V

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