jueves, 25 de abril de 2013

Un hombre sencillo


Ayer se cumplió el decimocuarto aniversario de la muerte de mi padre.  Seguramente no pasará a los libros de Historia, no se erigirán estatuas en su honor, no se concederá su nombre a ningún premio literario o científico.

Sólo era un hombre sencillo. Integrante de una generación sufrida, que sobrevivió a una guerra civil y al hambre de la posguerra. Al abandono de los campos y el abuso de los poderosos. A una transición y una sociedad injustas que dejaron fuera del mercado laboral  a millones de españoles en un momento difícil de nuestra Historia (como ahora: el eterno retorno del capitalismo salvaje).

Mi padre no hablaba idiomas, ni tenía estudios, ni mas título que el amor de los suyos y la conciencia tranquila. Poseía esa clase de sabiduría popular , hija del agro castellano y de la urbe matritense.

Cometió errores, como todos. Pero fue más lo que nos legó: valores como el amor a los suyos, a la naturaleza, a la música, a la tierra.

Mi padre fue, como dijo el poeta, “en el buen sentido de la palabra, bueno”.

Un hombre feliz con una bota de vino, un poco de pan y queso, y una caña de pescar. Y su buen humor. Eso vale más que palacios y coches caros.

Y eso los usureros y mercaderes miserables que rigen nuestras vidas nunca lo entenderán.
14 años sin un hombre sencillo. Pero más grande que reyes, intelectuales o banqueros.

martes, 23 de abril de 2013

My Own Private Villalar



Hay, siempre ha habido, varias conmemoraciones del 23 de abril y maneras de vivirlo. Con la muerte de Franco y el advenimiento del juancarlismo, todos los pueblos de España reivindicaron sus señas de identidad y sus festividades exclusivas.
Vascos, catalanes, gallegos, andaluces…llevaban inventándose desde el s. XIX, la explosión del romanticismo y la invención de los nacionalismos, sus propias señas diferenciales. Paradójicamente, Castilla, una de las naciones artífices de España y motor fundamental de su creación, no tenía más señas de identidad propias que las comunes a toda España o las que “exportó” a toda. Ya desde el S. XIX, como dije en mi anterior entrada, y sobre todo a raíz del Pacto federal Castellano y del peregrinaje de Juan Martín Díez “el Empecinado” a Villalar para recuperar los restos de los héroes comuneros, el mito de las Comunidades de Castilla fue cobrando fuerza.

En llegando al S.XX la 2ª república convirtió a los Comuneros en adalides de la lucha por la libertad, añadiendo el color morado, supuestamente castellano-comunero a su bandera. Pero hubo que esperar a la transición para que la aldea vallisoletana de Villalar se conviertiese en la Meca de los diversos castellanismos que en el mundo han sido.
Villalar como emblema, como símbolo de unas libertades perdidas, Villalar idealizado. Villalar de todos los castellanos, del norte y del sur. En mi Madrid de fines de los 70, antes de que las camarillas políticas se sacasen de la manga el engendro autonómico, no  era difícil encontrar banderas de Castilla, banderines, llaveros, chapas…morados, rojos carmesí o de otros tonos bermejos.

El que esto escribe era apenas un niño en aquellos tiempos difíciles, peligrosos pero a la vez cargados de esperanza en el futuro, de ilusiones y sueños que no en pocas ocasiones romperían la aguja hipodérmica, el coche bomba o la navaja.

Villalar se veía como un sueño desde el sur del Guadarrama. Desde una plaza mayor que hasta bien entrados los años 80 coreaba “Castilla, entera, se siente comunera” en las actuaciones del Nuevo Mester de Jugalaría en los san Isidros de la “movida” y la post-movida.

Villalar era una quimera, un ideal, un lugar de peregrinaje al que tarde o temprano había que acudir. El “todos a Villalar” de las pegatinas moradas de mis primas sorianas. 
Lo de menos es que el neocomunerismo finisecular fuese en buena medida una mitificación. Todos los nacionalismos, regionalismos, todas las ideologías de la Humanidad tienen sus propios mitos, exageraciones, interpretaciones sesgadas y no pocas manipulaciones. Entre 1977 y los años 80 Villalar fue un símbolo, repito, de todos los que amamos esta tierra y nos dolía, nos duele y dolerá su abandono y destrucción.

Luego, amigo lector, la historia ya la conoces: el 23 de abril, fecha de la derrota comunera en la campa de Villalar,  secuestrado por el gobierno de la taifa castellanoleonesa (Duerolandia para los amigos) que lo convirtió en “fiesta regional” o “fiesta de Castilla y León”, cuando paradójicamente la rebelión nació y murió en Toledo (actual Castilla-La Mancha, a.k.a Quijotelandia), buena parte de los líderes y combatientes comuneros eran madrileños, toledanos y de otras provincias castellanas, y se unieron a la revolución ciudades de las actuales Andalucía, Extremadura y Murcia. Con esto no quiero decir que Villalar tengan que celebrarlo en toda la Corona de Castilla, pero sí que se debería haber respetado al menos a los castellanos “del sur”. Sobre todo cuando desde la Junta de Castilla y León y su “brazo propagandístico” en la Fundación Vilallar quieren reducir la gesta comunera a los límites de su artificial invento autonómico. Apropiándose del mismo modo de una bandera, la cuartelada, que nos representa por igual a castellanos, leoneses, gallegos, asturianos, extremeños, andaluces y murcianos. Ahí es ná. Y esta es la España de tarados, ignorantes y oligarcas que nos ha tocado vivir.

En cuanto a mi, mi propio Villalar es una sucesión de quieros y no puedos. Debí haber ido de joven, cosa que no hice, por diversas causas. Luego, el trabajo, el hecho de no ser festivo al sur del Guadarrama, la vida, el matrimonio, circunstancias diversas me fueron alejando de Villalar.
Dicen algunos de mis amigos que no me pierdo gran cosa. Que la actual celebración se ha pervertido, no sólo por su condición de “verbena duerolandesa” sino por su falta total de contenido, quedando reducido su papel reivindicativo a algunos oradores, algunas casetas de partidos castellanistas (los menos) y algunas actuaciones musicales de interés.

Villalar, donde los mismos que han traicionado y vendido a CASTILLA entera pasean su palmito. Esos PPSOE, IUs y demás políticos a los que nuestra tierra y nuestro pueblo les importan un carajo. Esos que en el norte planifican la destrucción de la naturaleza mediante fractura hidráulica o minería destructiva. Esos mismos que en el sur nos venden por 30 monedas (colaborando con el expolio hídrico del Tajo, o con la traída de la mêrde nuclear de todas las Españas). Esos mismos que en Madrid presumen de falta de identidad y de vivir en una burbuja al margen de las provincias vecinas.

Sí, quizá no  me pierda gran cosa. Quizá debería tomar una máquina del tiempo (en vez de un Delorean un R5 rojo con pegatina de Comunidad Castellana incluida) y viajar a los 70, o mejor a los 80, en que todo era más sencillo, todo era más puro. 

Y quizá, como Moisés, tras esta larga travesía del desierto, el Señor me castigue por mis incontables pecados y no llegue a ver la Tierra Prometida.



sábado, 20 de abril de 2013

Villalar 1521 contado a los niños

Comuneros


“…bajo la lluvia que había atrapado a los ejércitos rebeldes, entre los vencidos, yacía también Castilla, primera víctima de la empresa imperial (…) “ (Fernando Gª de Cortázar)

«Tú, tierra de Castilla, muy desgraciada y maldita eres al sufrir que un tan noble reino como eres, sea gobernado por quienes no te tienen amor» (en la puerta de las iglesias de Castilla)



Érase una vez un país de vastas dimensiones. un país que abarcaba las regiones de Castilla, León, Extremadura, Andalucía y muchas más, CRUZANDO SUS fronteras el ancho mar.

heredó este país un príncipe borgoñón QUE LO ENTREGÓ A un regente y un cortejo de nobles extranjeros. el joven monarca, con sueños de Imperio universal, desconocía el idioma, ignoraba las leyes y usos seculares de su pueblo, y pretendía imponer su voluntad sobre una población educada en la creencia del pacto entre rey y ciudadanos.

este rey, más preocupado de sus aventuras europeas y de conseguir la corona imperial que de sus propios súbditos, pretendía que los pueblos bajo su dominio sufragasen unos proyectos ajenos a sus intereses.

El malestar crecía en sus reinos hasta que una chispa prendió en toledo.
Tras toledo se sublevarían las principales ciudades de castilla.
finalmente, LA NOBLEZA, ALARMADA por el cariz igualitario que tomaba la rebelión, se pondría al frente de las tropas imperiales CONTRA las milicias ciudadanas.

el sueño comunero VERÍASE frustRado en las campas de villalar, aunque algún foco de resistencia perviviría poco más, como LA NOBLE toledo DEFENDIDa por maría de pacheco, BRAVA MUJER, que dios tenga en su gloria.

villalar. 23 de abril de 1521. honor y patriotismo. padilla, bravo y maldonado.

Hasta aquí el breve resumen de los hechos. Desde entonces, la leyenda y la historia irán entretejiendo el tapiz de lo que fue la revuelta de las comunidades de Castilla.

----------------El S. XIX y los Comuneros----------------------------------------

Ya en el convulso siglo XIX el mito comunero fue recuperado y reivindicado por gentes de lo más dispar: sociedades secretas, republicanos, liberales, nacionalistas… Diversos fueron los actores que pusieron esta rebelión nuevamente en el candelero. Los comuneros pasaron a ser iconos de la lucha por la Libertad frente al absolutismo monárquico, y su lucha la primera revolución de la Edad Moderna. También parte de la Tradición reivindicaría la gesta de las Comunidades como ejemplo de la lucha por  la patria contra elementos extranjerizantes.

Decimonónicos son asimismo algunos errores que perdurarían hasta bien entrado el S. XX, como la creencia del morado “comunero” o falso color de Castilla (nuevamente, remito al paciente lector a toda la bibliografía publicada al respecto, o al brillante resumen del tema que se hace en la Web de asc-castilla.org. ). Dicho error cromático tendría su trascendencia en el S. XX, al pasar en forma de franja al escudo del Real Madrid o a la tercera franja de la bandera de la II República (en ambos casos, en honor de Castilla y/o de los Comuneros).

“La sangre de los Padilla, Bravo y Maldonado que corren por vuestras venas y el ardimiento de que guardan memoria estos pueblos de las comunidades, garantizan el éxito de nuestras aspiraciones y deseos.” (Pacto Federal Castellano, 1869)

“…1521, en abril para más señas, en Villalar ajustician quienes justicia pidieran (…) “ (Los Comuneros, Luis López Álvarez)

------------Transición=Traición------------

Volvamos al 23 de abril de 1521 y a su reivindicación. Habrá que esperar a la transición para que el tema de las Comunidades de Castilla vuelva a estar de moda. Pongámonos en contexto: la muerte de Franco abre la caja de Pandora de los nacionalismos e identidades regionales de esta nuestra plurinacional patria. Los nacionalistas periféricos consiguen, en nombre de la reconciliación y el consenso sacar la mejor tajada del nuevo Estado que se pergeña en los despachos y que se venderá debidamente al pueblo.

Se crea así una suerte de Estado cuasi-federal, o más bien de federalismo asimétrico, que se dará en llamar “Comunidades Autónomas”. Los nacionalismos centrífugos logran convertir lo que en principio iba a ser un sano ejercicio descentralizador en una reivindicación del “hecho diferencial”. Vascos, catalanes, gallegos e incluso andaluces consiguen que se fabrique una nueva España a su medida, con dos tipos de autonomías y de españoles: los de 1ª (las mal llamadas nacionalidades históricas) versus “resto-España”.

En ese “resto-España” terminará precisamente, y no de modo casual, el principal artífice de la unidad de las tierras peninsulares (salvo Portugal). Sí, avezado lector, Castilla, columna vertebral de España, pasa así, de la noche a la mañana, y gracias a las hábiles jugadas de todos sus enemigos (1) de ser dos regiones históricas a 5 engendros autonómicos. Sobre este tema del troceamiento de las dos Castillas, la segregación de Madrid (motor económico de Castilla) y la anexión de la región leonesa a los restos de Castilla la Vieja, ya hemos hablado en otras entradas y remito al lector a otros blogs y páginas.

--- Las verbenas de Duerolandia, Madroñistán, Quijotelandia y otras taifas del montón ---

¿Qué tiene que ver todo esto con la “celebración” de la derrota de Villalar? Por fin llegamos al quid de la cuestión. Las nuevas comunidades autónomas coincidieron en toda España con las regiones que algunos estudiamos en el colegio. ¿Todas? NO. Las dos Castillas y León, como ya hemos señalado, se vieron “castigadas” y convertidas en carne de cañón del nuevo régimen en nombre del “bien común”.

Los diversos engendros resultantes de la partición de Castilla reivindicaron sus propias banderas, señas de identidad y rasgos diferenciales. Los cántabros se inventaban un comic de Astérix sobre un pueblo prerromano que ya nada tenía que ver con los actuales montañeses. Los riojanos hacían de una D.O. vinícola una región medio vasca, medio navarra, renegada de sus raíces castellanas. El engendro “cajtellano-manchego” (sic) echó mano de Don Quijote, los molinos y las “tres culturas”. El Madroñistán se apropió de una gesta, la del “Dos de Mayo”, patrimonio de toda la nación.

Los restos de Castilla la Vieja y el anexionado León se creyeron (más bien les hicieron creer) herederos legítimos y únicos de lo que fue una corona plural. De esta manera, se apropiaron para el invento autonómico de una bandera, la cuartelada, común a todos los pueblos de la Corona de Castilla y León, desde Finisterre hasta Cabo de Gata, desde Villaviciosa hasta Nueva Granada y Filipinas.

Del mismo modo,  la reivindicación de la gesta comunera, patrimonio común de todos los castellanos y leoneses (y buena parte de andaluces, extremeños…) se convirtió en monopolio de la recién creada taifa “duerolandesa”. De nada serviría que en los primeros “villalares” subiésemos gentes de Madrid, Guadalajara o Cuenca. De nada sirvió que fuesen comuneras ciudades no castellanas como Plasencia, Murcia, Baeza…

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El que la revuelta naciese y muriese en Toledo, tampoco importó. El 23 de abril se convirtió en “fiesta regional” del invento castellanoleonés, al igual que el Dos de Mayo de la “Autonosuya chupiprogrecañíespañolaymultigutural”.

Algunos desde el castellanismo creemos que el “Día Nacional” de Castilla debería ser otro, por diversos motivos, algunos ya citados. Pero también sentimos como nuestra una festividad que se nos hurtó. Hoy día, los mismos que dividieron y ningunearon a nuestra tierra, lucen palmito en la campa. Orgullosos de su mentira, desde la ignorancia o el interés. Mentiras, mentiras, mentiras. La transición se edificó sobre mentiras, mentiras sobre nuestra Historia, mentiras sobre nuestra identidad. No sé cuál será el modelo territorial de la España del S. XXI. Ignoro si seremos República, Monarquía, República Federal o Califato. Pero desde luego tengo muy claro que hasta que no se reconozca a Castilla como parte esencial y diferenciada dentro de la Nación, no sólo no se hará justicia a la sangre derramada por los Padilla, Bravo y Maldonado, sino que España se convertirá en el Estado más absurdo de toda Europa, con unos territorios periféricos y egoístas que seguirán aprovechándose de la sangría y despoblación de las tierras del interior. Eso si no se independizan definitivamente y nos convierten a los demás españoles en protectorado.
 

 
Villalar1978TRANSI1

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(1) Independentistas periféricos, oligarquías locales, y todos los “trepas” del nuevo régimen que se venía.
villalar















sábado, 13 de abril de 2013

Es Usted un fascista

“-Mamá, Luisito es fascista. Ha dicho "Viva Isabel la Católica"
--Dios mío, y esa quién es?
--Una de la guerra civil”
(Chumi Chúmez)

“…En un libro muy significativo, publicado hace más de diez años en Italia, titulado Tutti fascisti, por Claudio Quarantotto, se citaban textos polémicos aparecidos en la prensa de la izquierda en el poder (la utópica, claro está) donde el intercambio de insultos entre unos y otros, marxistas ortodoxos y heterodoxos, llegaba a cumbres insospechadas. Tanto Tito como Mao fueron llamados fascistas por la prensa soviética, mientras los albaneses tildaban de fascistas, cada dos por tres, a los hombres de Moscú, lo que empieza a tener hoy cierto sentido, pero siempre dentro del deterioro y la caricaturización anticientífica del concepto "fascista", que nada tiene que ver con la realidad.” (Vintila Horia, probablemente a fines de 1985)

La izquierda llama fascista al PP. El PPSOE llama fascista a ETA. ETA llama fascista al opresor Estado español y a sus partidos, sobre todo al PP (y  un poco menos al PSOE). Todos llaman fascista a Franco. Los republicanos llaman fascista al Rey, los peperos llaman fascistas a los de los escraches esos.

Para el stalinismo Trotsky era fascista. El POUM fue eliminado por favorecer los intereses del fascismo. Andreu Nin, eliminado por fascista. Muñoz Seca, Ramiro de Maeztu, los sacerdotes, monjas y fieles católicos asesinados en la 2ª república, los fusilados en Paracuellos, todos, todos, fascistas. 

La Iglesia católica es fascista, además de homófoba, misógina y nosecuantascosasmás. Los protestantes son fascistas. Los sionistas son fascistas. Y los musulmanes integristas. Los reyes Católicos eran protofascistas. Como don Pelayo, el Cid, Viriato, Alfonso VIII, Alfonso el Batallador, Sancho el Grande de Navarra, Saladino, Ricardo Corazón de León, Cervantes, Quevedo y Valle Inclán. Fascistas eran Unamuno (que curiosamente también era antifascista) y por supuesto el muy fascista Pío Baroja. Fascistas Jaume I, los Almogávares, san agustín, santo Tomás de Aquino y la escolástica toda. Esparta era fascista. Roma, la cuna del fascismo, ya era fascista. Y los vikingos, los ostrogodos, los alanos, los suevos y los vándalos. Los reyes godos eran fascistas. Y el califato independiente. Carlomagno y todos los emperadores que en el mundo han sido. 

Las órdenes militares, fascistas a más no poder. La Inquisición era fascista. Carlos V era fascista. Y Felipe II mucho más. Pizarro, Cortés, Cabeza de Vaca…feixistes. Gengis Khan era fascista, y los zares uno tras otro. El Japón siempre ha sido un país fascista. Como China, Irán e Israel. Dalí era fascista. Wagner qué decir. El Arcipreste de Hita, el Marqués de Santillana, fascistas. Gerardo Diego, Dámaso Alonso y Leopoldo Panero, fascistas. Joaquín Amigo, Javier Zubiri, Carmen Martín Gaite, Valente, Gimferrer, Cela y Delibes, fascistas.Martín-Santos, Torrente Ballester, Caballero Bonald, Carnmen Laforet, Sánchez Ferlosio y otros, colaboradores del franquismo, fascistas. Las doce tribus de fascistas eran.

Defendiendo tu cultura, tu identidad, tu patria, tu matria, tu abuela, antepasados, costumbres, tradiciones, idioma, bailes, folclore….eres un fascista. Si no te avergüenza tu Historia, si no reniegas de tus raíces....fascistón.
 
¿No te gustan las espinacas? Las espinacas son fascistas. El jarabe antitusivo es fascista. Los fascistas son fascistas. Y los antifascistas. Tú eres un fascista. Vosotros sois fascistas. Nosotros somos fascistas. Ellos son fascistas.

"Al fascismo no se le discute, se le combate”. Ahí , ahí le han dao. ¿Para qué vamos a debatir o argumentar si lo podemos arreglar a golpes? Los mismos que afirman que “el fascismo se cura leyendo”, en su vida leerán o aprehenderán la esencia de la obra de Ezra Pound, Manuel Machado, Luis Felipe Vivanco, Vintila Horia, Julius Evola, René Guénon, Oswald Spengler, Pierre Drieu La Rochelle, Dionisio Ridruejo, Luis Rosales,  Sánchez Mazas, Yukio Mishima, Brasillach, Tolkien, Chesterton, Konrad Lorenz, Schopenhauer, Nietzsche, Gabriele D´Annunzio, Marinetti, Moeller, Celine, Heidegger, Weininger, Curzio Malaparte, García Serrano, Giménez Caballero, Eugenio D´Ors, Ortega y Gasset, Von Salomon, Fichte, Ramiro de Maeztu, Muñoz Seca,  Teilhard de Chardin, López Aranguren, Vázquez de Mella, Agustín de Foxá, Rudolf Allers, Guillaume Faye, Pemán, Alfonso Paso, etc etc etc. Todos ellos, por uno u otro motivo, claramente fascistas o filofascistas (catolicazos, nacionalistas y /o cosas peores).

Así que, cuando quiera terminar toda discusión con la satisfacción de la superioridad moral, ya lo sabe: llame fascista a su oponente. O en su defecto, machista, o racista. Y arreglado. Usted siempre tendrá la razón.

viernes, 12 de abril de 2013

Los desconocimientos del Señor Pérez (publicado en http://vintila.blogspot.com.es/)

No, no me refiero a las travesuras del padre de Mariquita. Ni siquiera sé si existe. El señor Pérez, cuyas incertidumbres intelectuales, cuyas ausencias [sic] y cuyos titubeos voy a comentar hoy, no es ni más ni menos que un ex presidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, autor de un largo artículo aparecido en el ABC del 21 de noviembre, bajo el título de "Democracia e integración iberoamericana", título ni carne ni pescado, tan neutro y tan cualquiera como tantos artículos y hasta libros que se publican hoy para glorificar el cambio en España, cambio cuyo autor ha sido, por un lado, el medieval Franco, y, por el otro, el pueblo español, tal como lo desconoce el señor Pérez, y no voy a referirme al profundo pensamiento político del ex presidente, digno de comentarios más acérrimos [sic] que los míos -y en este sentido le doy toda la razón a Juan Blanco, que hizo del señor Pérez un blanco ideal, donde todas las flechas, sin piedad, no tuvieron más remedio que dar en la diana-, sino a su extraño y obsoleto parecer acerca de la Edad Media. Me pregunto qué libros haya [sic] podido leer este señor que llegó a ocupar la presidencia de uno de los países más importantes de Hispanoamérica, qué clase de profesores habrá tenido en el colegio, cuál es su preparación general, qué es lo que pensará acerca de temas más complicados todavía, cómo se habrá desarrollado [sic] para gobernar desde lo alto de su función a todo un país durante cinco años... Si miro la política mundial a través de la preparación del señor Pérez, entonces me explico ciertos desvaríos, ciertos fracasos, cierto malestar que no parten de los pueblos, sino de la incertidumbre intelectual de sus actuales dirigentes. En un solo párrafo el señor Pérez mete la pata a fondo, y en varios temas importantes a la vez. Escuchen esta corta y elocuente obra maestra de la más infatuada impreparación [sic]:

 
"El otro elemento negativo (el primero era la "estructura vertical" impuesta por Castilla al resto de las regiones o pueblos de la Península, una auténtica y abusiva falta de realismo, sólo aniquilada por "la España de las autonomías". N. n.) en el pasado español hasta el término del franquismo es el fanatismo religioso, que toma cuerpo con la expulsión de moros y judíos. Fanatismo que se ve ayudado por la barrera de los Pirineos, que impide el paso a España de las corrientes civilizadoras del Renacimiento, para prolongar -nos atreveríamos a decir- la Edad Media desde Fernando el Santo hasta Francisco Franco."
 
Hay que disponer de una base de ignorancia verdaderamente impresionante para afirmar tales barbaridades en el año del Señor 1985. En primer lugar, afirmar que España se vuelve "estructura horizontal", o sea, entendimiento entre sus pueblos, sólo con el actual gobierno, significa negar todo lo que España había sido y hecho en el pasado, hasta el Descubrimiento y la misma posibilidad venezolana de ser. La historia de España, según este increíble atrevimiento, y es así como lo define el propio señor Pérez, sería la historia de una frustración, que no explicaría nada, ni el Descubrimiento ni la Conquista ni el Siglo de Oro. España sólo ha sido fanatismo religioso y verticalidad. Uno se pregunta qué es lo que entiende este señor por vertical y horizontal, y tengo la impresión de que, dentro de su poquedad cultural, es posible que invirtiera el significado de los dos conceptos, confundiendo el uno con el otro. Lo que no es de extrañar. Pero volvamos al párrafo citado:

Luis Bertrand, en su Historia de España, acusa a Francia de haber utilizado los Pirineos para impedir el contacto entre la cultura española y la europea. El señor Pérez cree que los Pirineos impidieron, desde este otro lado, el contacto entre los españoles y los beneficios culturales europeos, por ejemplo, del Renacimiento. Los Pirineos no constituyeron ningún obstáculo para que Europa fuese España durante más de un siglo, cuando todo el mundo hablaba español y cuando todos vestían y pensaban a la española. Si España se opuso a la entrada de ciertas ideas, las de la Reforma, por ejemplo, lo hizo para bien y no para mal. Defendió su idiosincrasia, que creó un estilo, una civilización, una enorme cultura universal. El Renacimiento, a lo mejor el señor Pérez quiere decir el humanismo, penetró aquí hasta el nivel que los grandes de España (me refiero a los grandes de la cultura) se lo permitieron. Cuando Erasmo dejó de interesar, por motivos que no vamos a discutir aquí, pues echaron a Erasmo. La biblioteca del Escorial fue, durante mucho tiempo, la mayor y la más rica de Europa. Y si España fue medieval, no hasta Franco, pero sí hasta finales del XVII, esto explica la originalidad del mensaje español y la riqueza de sus creaciones, entre ellas, la originalidad cultural de Hispanoamérica, basada no en el fanatismo puritano, como lo afirma Toynbee, sino en la libertad de pensamiento y la humanidad esencial de los Evangelios, que estaban en la base misma de la conquista. Pero resulta evidente, entre otras ignorancias, la que el señor Pérez posee a cerca de la Edad Media. La poesía de San Juan de la Cruz es medieval, y El Greco lo es también, y Cervantes y la mentalidad ecuménica española, opuesta al nacionalismo estrecho de los maquiavelistas renacentistas. ¿Es que el señor Pérez no conoce la inmensa bibliografía, nueva y actual, que da cuenta de una Edad Media luminosa, abierta, culta, humanista avant la lettre, y que resulta más interesante para el ser humano que la crueldad política del Renacimiento y su regionalismo inspirado en El Príncipe? Compare el ex presidente el libro de Maquiavelo con el De Monarchia, de Dante, y con ciertos textos de Alfonso X el Sabio y descubrirá atónito la diferencia entre Edad Media y Renacimiento. España fue medieval hasta finales del XVII y no hasta Franco. ¡Dios mío! Cuando España abandona la Edad Media entra en la Edad de las tinieblas, que fue el siglo XVIII, el más bajo y ruin en la historia de la Península. Y gran parte del XIX lo fue también, al ser dominado por un racionalismo humanista completamente ajeno a las verticalidades de este pueblo. Y podríamos seguir, párrafo por párrafo, comentando aberraciones y estulteces [sic] de primera magnitud, pero no queremos cansar a nuestro paciente lector. Ya me he cansado bastante yo mismo leyendo y comentando las vacilaciones del alumno Pérez, tan seguro de sí mismo como una manzana agujereada puede estar segura del gusano que lleva dentro.
 
Juan Dacio (Vintila Horia) en El Alcázar (año 1985) Fuente: http://vintila.blogspot.com.es/
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domingo, 7 de abril de 2013

“Los Hermanos Cubero”. Folk Fusión de lujo y categoría.

P4060161Anoche estuvimos en Madrid, viendo el penúltimo concierto de los “Hermanos Cubero”.
Dúo formado por dos hermanos alcarreños emigrados a Barcelona, han llevado a la práctica un sueño que tuve yo hace décadas. Al igual que “The Byrds” fusionaron el Folk americano y el Rock, los Cubero han conseguido fusionar el “bluegrass” norteamericano con el folk castellano. Algo que no es tan descabellado como puede parecer. De hecho, las raíces del “bluegrass”, el “country”, el folclore genuinamente estadounidense, se hunden en la vieja Europa: en Irlanda y Reino Unido. El folk castellano hunde parte de sus raíces en la misma música mal llamada “celta”, en realidad de la Europa Medieval.
Dicho lo cual, y como anoche decía en su presentación el bueno de Iñiguez, de este dúo excepcional ya se ha dicho todo: hijos bastardos de Bill Monroe y Agapito Marazuela, interpretan por igual la Entradilla del maestro segoviano que un instrumental que parece sacado de las montañas de Kentucky.
He ahí uno de los grandes logros de los “Hermanos Cubero”: tanto vocal como instrumentalmente son capaces de evocar simultáneamente los sonidos de Guadalajara, Segovia y Tennessee.
Pero no son un mero ejercicio de interculturalidad o mestizaje a la usanza actual. Son dos personas (grandes personas, he de añadir) que han unido en su proyecto sus raíces alcarreñas, de las que se enorgullecen y son inmejorables embajadores con su afición a los maestros del “bluegrass”.
Castellanos de origen, catalanes de adopción y  universales. La música es el lenguaje universal. Cuando la música va unida al sentimiento y a lo auténtico, es un idioma que llega a cualquiera que tenga una mínima sensibilidad para escucharlo.
Centrándonos en la actuación de anoche, la interpretación resultó impecable. Y no menos importante: su alegre, ocurrente y vital personalidad hacen de sus conciertos una experiencia emocionante y muy, muy divertida.
Anoche interpretaron temas de sus dos primeros trabajos, y algún adelanto del tercero, actualmente en el estudio aún: “Calle Abajo”, la “Entradilla” del Maestro Marazuela, sus grandes éxitos “Cordaineros de la Alcarria”, “Hagamos algo de ruido” (“…gustaremos hasta a los modernos de Madrid”) , o “¿es usted de Castilla?” (otro de los momentos más emotivos de la noche, con alguna bandera castellana ondeando entre el público) se alternaron con temas llenos de emoción como “a la margen del Henares” o “árbol de vida”.
En fin, un concierto redondo, en una noche redonda. Y con dos grandes músicos y mejores personas. Altamente recomendables.


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