sábado, 31 de mayo de 2014

Se desangra la primavera garrapatera. Ferroblues a Venezuela

Cae la tarde sobre Carabanchel Alto. Tormenta y viento fresco, esta primavera se está portando. Suenan acordes de Rocanrol provenientes del parque de las Tres Cruces //flashback de los 80: otros parques, otros conciertos, juventud, olor a barbacoas, a hierba mojaba y a la de fumar. Litronas en grandes cubos llenos de hielo. Radio Futura y La Frontera. Divina juventud//

Truenos mientras se desangra la primavera.

Esta iba a ser la Primavera Europea. Al fin nuestras ideas se iban a tomar en serio, íbamos a tener visibilidad, respeto, eurodiputados y la tierra prometida se vería en lontananza.

El eurodiputado lo tenemos. Y sí, supuestamente llevará las propuestas de nuestra tierra a Bruselas. Pero nosotros seguiremos siendo unos friquis, objeto de sonrisitas condescendientes. O , en el mejor de los casos, esos parientes incómodos de los que nos avergonzamos.

Y la cooperativa de partidos pequeños que tanta ilusión generó pasará al olvido. Una anotación más para el olvido en la Historia política, como la operación Roca, Hernández Mancha o la LCR. Y nuestros sueños de respetabilidad, de visibilidad y de jugar en 1ª división


En cambio, esta primavera y sus erecciones europeas será recordada por un movimiento salido de la nada, del 15M y la tele, y de cuyo nombre no quiero acordarme, parafraseando al manco CAS-TE-LLA-NO (1)


A todo esto, ¿de qué quería despotricar esta tarde/noche primaveral y tormentosa? Ah, sí, mis dudas sobre ese movimiento popular. En ocasiones me entran ganas de unirme a ellos. Sobre todo por propuestas a favor de los parados y desfavorecidos, entre los que me cuento. O por sus propuestas de regeneración, de ir contra la Casta, los de abajo contra los de arriba, etc etc. Pero luego recuerdo que forman parte de esa légión, no famélica precisamente, de masas que dan la espalda a mi tierra, mis raíces, mi pueblo. Dan clases o son científicos y han conseguido entusiasmar a millones de desengañados, hastiados e indignados.  Pero a mí no. Yo, que soy un viejuno, recuerdo mi infancia de otras primaveras, cuando el ferrobús nos llevaba vega del Henares arriba, cuando no existían fronteras absurdas entre Alcalá y Azuqueca.

Hogaño los mismos ciudadanos del mundo tan preocupados de lo que pasa en sus queridas Cuba o Venezuela, que al fin y a la postre tanto han tenido que ver con su crecimiento y éxito, siguen ignorando lo que sucede a 60 km de su metrópolis. Con lo fácil que era llegar a Fontanar en el Ferrobús a Arcos de Jalón . Tan cerca, tan lejos. Otros prefieren tierras lejanas a las que hay que ir en barco o avión. Sigo pensando que la Caridad empieza por los cercanos, y que si no amas  a los vecinos realmente no te amas ni a ti ni puedes amar realmente a los lejanos.


Una de mis más agradables sorpresas de esta malograda campaña electoral fue hablar con la cabeza visible de PUM+J, que lejos de menospreciar mis ideas, burlarse de los planteamientos castellanistas o anatemizarlas por “nacionalistas”, comprendía que lo único que pretendemos es defender nuestra identidad. Ni más ni menos que lo que hacen los indígenas de la Amazonía o de Gabón. Igual de respetables.


El caso es que seguimos sin pintar nada. Al menos Moisés llegó a ver la Tierra Prometida antes de morir, aunque no entrase en ella. Yo me temo que moriré en el exilio recitando los versos de León Felipe. Menos mal que nos queda la poesía. La poesía, la música, los gatos y el vino. No hay más verdades.


La Primavera se desangra sobre Carabanchel.  Suena rocanrol en el Parque de las Tres cruces. Y la noche cae sobre mi tierra.


(1) nacido en Castilla, escritor en castellano, muerto en Castilla. Pero alguien recuerda esto, ¿no? Para las masas, escritor español y en español. Ni el idioma nos lo han dejado. Pero no voy a volver sobre el borrado y destrucción sistemática de nuestra identidad, hoy no toca).

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viernes, 30 de mayo de 2014

Queda la música

Cuando, al final, todo pase. Cielo y Tierra, naciones, personas, gobiernos, banderas, ideologías.

Cuando todos te abandonen y  descubras que todos tus sueños han sido sólo eso, sueños.

Cuando las hostias de la vida te demuestren que perdiste el tiempo. Que tu vida es una farsa, malgastada tras quimeras y utopías.

Cuando te percates de que todo es caduco, que nada dura para siempre.

Cuando tus amigos, tus lugares, y quienes quisiste ya no estén.

 

Cuando hayas perdido la esperanza y por lo tanto seas más valiente y fuerte que nunca.

 

Aunque todo eso suceda y abras la snitch dorada. Aunque todo esté perdido, siempre, siempre, siempre, te quedará la música.

 

sábado, 24 de mayo de 2014

Gane quien gane, Castilla siempre pierde

Viendo el fúrgol, opio del pueblo, panem et fútbol, final de la copa de champiñones. Dos equipos castellanos. ¿qué dices, majadero,marciano? Dos equipos madrileños, dos equipos españoles, ES-PA-ÑA, ra ra ra, ya lo ha dejado rajoy bien claro. La España de 1812 ha triunfado. Ya no hay Españas, ya no hay Reynos e identidades en igualdad de derechos y condiciones. No. Hay unos inventos decimonónicos (Andalucía, Euskadi, etc etc, y cómo no, Catalonia) y luego el “restospaña” compuesto por torrentes y canis que cantan flamenco y van a los toros como señas de identidad. Y el que se oponga, es un mal español y un antipatriota (EsPPeranza dixit). 

El caso es que juegan dos equipos madrileños, y por ende, castellanos, pero Castilla, ni está ni se la espera. Banderas rojigualdas, de Ecuador, de Turquía….pero ni un mísero pendón. ¿Y qué más da? Como decía una compañera del curro temporal, ¿qué más da que Madrid ya no sea Castilla? ¿qué importa? ¿a quién le importa?  ¿Para qué queremos revertir lo que los poderosos dictaron? Todo está bien. Podréis reivindicar la vuelta a una república que duró sólo 8 años, podréis reivindicar la dictadura del proletariado que mató y esclavizó a millones. Podréis defender una España más falsa y artificial que un euro de cartón piedra. Todo será válido y respetable. Pero, ay, no pidáis la vuelta a la Castilla que fue normal desde el s. XI hasta 1983. No, no lo reivindiquéis, porque seréis insultados, ridiculizados, se reirán de vosotros, moriréis en la pobreza entre sus risas de hienas hediondas y llenas del pus de la mierda globalizadora.

Esta noche, gane el Real o el Atleti, ganará España, o Madrid, o los juegos reunidos Geyper de la caspa o del buenrrollismo multicultural. Qué más da. Castilla no existirá. Y nosotros, los últimos guerreros de la causa de nuestros abuelos, seguiremos siendo objeto de burla, mofa y escarnio.

El fúrbol pasará. Y llegarán las elecciones europeas. Y el PP, el PSOE, IU o la ramera de Babilonia que les parió sacará sus eurodiputados. Y a ninguno le importará una higa que Castilla agonize, que sus pueblos se despueblen , que Soria o Cuenca sean los geriátricos de Europa, o que entre Guadalajara y Molinos de Duero se halle el mayor desierto demográfico de Occidente. Qué más da. Somos unos nacionalistas transnochados, unos locos soñadores en el mejor de los casos, unos paletos con boina, en el peor. Qué más da que tengamos razón, qué mas da. Ya nos han etiquetado como a nacionalistas, como si fuésemos Mas u Otegi, como si Garibaldi pudiese ser Arana, o José Martí Josu Ternera. Qué mas da. Tenemos la Champions, la tele y ´la Operación Triunfo de turno.


Mañana España, Castilla, Europa, votarán. Y, gane quien gane, Castilla perderá.

Sólo una candidatura, una cooperativa utópica de mujeres y hombres bienintencionados contará entre sus filas con personas que hablarán y defenderán a Castilla o su concepto de Castilla contra todo y contra todos. Incluso contra la incomprensión de sus propios compañeros de coalición.

Tremenda ironía, que tenga que ser un eurodiputado valenciano el que defienda los intereses de los castellanos en Bruselas. A pesar de las diferencias, a pesar del trasvase, a pesar de Requena y Utiel, a pesar de los 7 cerrojos sobre la tumba del Cid, a pesar de los pijos displicentes y las pintas de Guinness a la sombra de Torre Picasso. A pesar de la ONU, la  OTAN y los pimientos de Padrón.

Castilla seguirá siendo el patito feo. “Castilla miserable, ayer dominadora, envuelta en sus andrajos…” que cantase el poeta andaluz que tanto amó a nuestra tierra.

El lunes volveremos a la realidad. A los desahucios, al paro, a la injusticia, a la emigración, a la desmotivación. A la supervivencia. El que esto escribe volverá a un trabajo temporal que le permitirá sobrevivir unos pocos meses más. Pero a Castilla, ¿quién la salvará? El oficio de castellanista está muy mal pagado, y desde luego que es desagradecido y sólo apto para los espíritus más fuertes y puros.

Castilla, a ver si despiertas de una puta vez, y yo me puedo echar una siesta .


domingo, 11 de mayo de 2014

EDUCASTRACIÓN

“La educación es la llave del mundo nuevo” (Bertrand Russell)

“hay que desenseñar a desaprender cómo se deshacen las cosas…” (Kiko veneno en “la Bola de Cristal”)

 

Siguiendo esta noche el debate de “Cuarto Milenio”, el maestro Enrique de Vicente ha mentado este palabro: “educastración”.

 

Llevo afirmándolo desde los inicios de esta bitácora: el sistema educativo ha sido, es y será un instrumento más de adoctrinamiento los poderes establecidos. Como los Mass Media, como la “literatura” o la música de masas, como la moderna psiquiatría. Sólo que con más prestigio, con más reconocimiento y apoyo de las cabezas bien pensantes.

El problema no es si la educación es pública o privada (que también). El problema es qué valores se transmiten, qué software se está cargando en los discos duros en blanco de los niños.

La Enseñanza no enseña a plantearse preguntas. Da sus respuestas, que son las respuestas del sistema de turno. Así fue con Franco, con la República, con esta partitocracia. Hubo un tiempo, o quizá me lo pareció a mí y a los de mi generación, que parecía que algunos docentes sembraron la semilla del pensamiento crítico en las mentes jóvenes.

Hogaño. aún quedan profesionales que, contra viento y marea, y amparándose en la libertad de Cátedra, siguen empeñados en enseñar a pensar.  Pero son minoría.

Como dijo A. Guerra, el que se mueve no sale en la foto.

Y hay días en que me alegro de no estar dando clase en ningún Instituto o Colegio.

 

 

 

 


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