domingo, 23 de abril de 2017

De marcianos y Comuneros

"Señor Bravo: ayer era día de pelear como caballero... hoy es día de morir como cristiano" (Juan de Padilla) 

23 de abril un año más, Y un año más, los medios y las gentes sólo tienen ojos y atención para el día del libro, sant Jordi , la rosa y demás. Esto dicho sea moderadamente. Si expresase hasta dónde me tiene el libro, la rosa y los capullos, de la forma que lo sentimos "viejos castellanos" como mi amigo Montes, me cerraban el blog.

Lo que pienso, lo que creo, y sobre todo lo que siento desde los 12 años en un día así ya lo he reflejado por escrito en este blog en anteriores primaveras, a viejas entradas me remito.

Será porque este año tengo el corazón destrozado, literalmente huérfano, perdido y más desengañado aún de lo habitual. Será porque mi tolerancia a la estupidez y al borreguismo del rebaño está bajo mínimos. Será porque mi niñez sigue.... pescando en tu ribera, viejo Hemares. Qué será, será. El caso es que , obra y gracia de los "hunos y los hotros" que dijera mi bienamado Unamuno, a fecha de hoy mi indicador de hartazgo y naúsea, está más enloquecido que un contador geiger en Fukushima,
Hoy pocos se acuerdan del aniversario más histórico y más decisivo para el devenir de la mayoría de los pueblos que configuran lo que hoy llamamos España. 

Los verdaderos olvidados de la Historia de España, como ya acusé al hablar de cierto opúsculo de García de Cortázar, no son sino los derrotados en las campas de Villalar tal día como hoy del año de Nuestro Señor de 1521.

Parece ser que al norte del Guadarrama se han apropiado de esta onomástica como propia y exclusiva, cuando en los sangrientos sucesos de aquella y anteriores primaveras tuvieran tanto peso gentes de Madrid y Toledo como segovianos o palentinos. Para el vulgo, en ambas mesetas, parece que los únicos "castellanos" fuesen ellos, los del norte, y los demás fuésemos "manchegos" o "madrileños" a secas.

Y parece ser que en la meseta sur, como en el resto de España, como en las televisiones, radios y cenáculos políticos y de "intelestuales" este día es el día del libro, y como mucho, el de san Jorge y las tradiciones catalanas. Hasta esto nos han quitado entre los globalizadores y los enemigos del centro peninsular. Y nosotros, encantados de ser los más españoles del mundo mundial, los más ciudadanos del mundo de Europa y los más embobados por el vacuo espectáculo de fuegos artificiales del mundo moderno.

Solo unos pocos, fuera de la comunidad autónoma de allá arriba,  mantenemos el recuerdo y el homenaje. Irreductibles.

En Madrid somos marcianos, raros hasta para los friquis, sólo por defender una verdad que no se ha vendido, por ser fieles a lo que nos enseñaron de niños, por ser leales a nuestras raíces y nuestros mayores. Muchos de los que conmemoramos esa derrotado somos jóvenes de la transición engañados, hoy seres "maduros" que no se sienten identificados con ninguna de las actuaciones del circo. También hay jóvenes, muchos de ellos supuestamente radicales, cuyo futuro devenir y actos sólo Dios los conoce, Y por último están los que nos entienden, incluso los que apoyan esta causa perdida, pero para los que nada de esto es importante. Incluso hay quien tiene sus santas narices, como algunas formaciones políticas de CyL , de recordar hoy la despoblación, cuando en todo el año sirven a intereses a los que esta tierra y este pueblo les importan una higa.

Castilla. Indignados desde 1521, embaucados desde 1812. Tontos útiles desde 1978. En eso hemos quedado los castellanos y Castilla dentro del escenario español. Ni siquiera somos Prusia, porque al menos los prusianos son conscientes de su pasado y de su negación.

Hoy, 23 de abril de 1521, cansado y derrotado mi corazón, quiere, parafraseando al vate fallecido allende los mares, que el hidalgo castellano nacido de la pluma del manco universal al que hoy tantos recuerdan y tan pocos leen, me lleve a la grupa consigo.

Que me lleven los Padilla, Bravo y Maldonado, Zapata o Arreo.Que me lleven con María Pacheco y el buen obispo Acuña. Que me lleven con todos los perdedores que entregaron su vida porque sus hijos no fuesen esclavos.

Porque "más vale morir con honra que vivir los vilipendios" . Y porque más vale ser marciano que borrego feliz,

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