lunes, 30 de octubre de 2023

18 + 40



Cómo se pasa la vida….hace 40 años en otro mes de octubre este aprendiz de “escribidor” llegaba a la mayoría de edad.  El que en anteriores entradas de este blog  se ha dejado  llevar por los recuerdos por lo que no quería divagar con lo mismo . Pero es que 40 años son mucho. 

40 años duró la dictadura (que en realidad fueron 36 años; aunque para algunos continúa, transmutada en partitocracia burguesa) . 


1943-1983: 40 años. Da vértigo pensar los cambios tan profundos que el mundo experimentó en esas 4  décadas: de la guerra en las estepas de Rusia y los aviones de hélice a los Concorde,y el peligro nuclear,  de la radio a la televisión, de los trenes de vapor a los “bala”,  la carrera espacial,  del swing al Heavy Metal y el tecno-Pop pasando por todas las edades del Rock and Roll….El mayo del 68 y todas las revoluciones culturales, sexuales y musicales, Corea, Vietnam, Afganistán y el patín de la Verbena 

En España , “de la alpargata al 600” y del 600 al Seat Ritmo , del Movimiento al primer gobierno del PSOE, de las camisas azules a los polis de marrón. De las misas en latín a Bob Dylan en las iglesias. 
Los 40 y 50 del hambre , los 60 del desarrollismo, el baby boom , los yeyés y el turismo, los 70 de la apertura , el destape, el 1,2,3,. Hasta llegar a la segunda mitad de los 70 y los primeros 80: convulsos y excitantes libertad salvaje, años de plomo y caballo , duros y violentos pero cargados de ilusión, esperanzas , ideas y vida. La “generación límite” que cantaba Mike Rivers.

En cambio 1983-2013 : No me acabo de creer que esa misma medida de tiempo haya pasado entre los días de Instituto y frontón al momento actual. En general parece que no hemos cambiado tanto: los aviones siguen siendo de reacción, no vivimos en ciudades submarinas ni hemos colonizado otros planetas, como nos prometía el retrofuturismo de nuestros años mozos. 

Cierto es que la tecnología e Internet han sido revolucionarios: si en 1983 nos hubiesen dicho que podríamos llevar en la palma de la mano un dispositivo que nos sirviese para hablar por teléfono, conectarnos con personas en todo el mundo via redes sociales, hacer fotos o grabar películas...y hasta hablar por teléfono. Ciencia ficción, sí.

Pero no la que creimos. Un poco desilusionante , sí. Y cada vez más convencido que nos encaminamos hacia un mundo peor en muchos aspectos.  En el que Netflix y los videojuegos hacen de opio del pueblo, un rebaño cada vez más sumiso y obediente.

40 años 40 

Qué largo se me está haciendo el Apocalipsis

martes, 17 de octubre de 2023

De goledores, Pivots , Bases y granjas humanas


Como ya me he lamentado en alguna que otra entrada de este blog parece que esta sociedad competitiva , burda copia de anglosajones y japoneses, solo valorase a los "números uno". 

Ídem en nuestro mercado laboral No sé si en todos los ámbitos, pero la tendencia que yo veo a mi alrededor es esta. Los resultados están bien, claro que sí. Y los números. Pero esa obsesión con los números, con cuantificar todo, con la productividad. Pero la productividad  entendida esta como número de contactos/hora o de ventas inmediatas. El cortoplacismo español. Cuanto más mejor. El burro grande, ande o no ande. Y el que venga detrás, que arree. Parece ser que a algunas cabezas pensantes de ciertas empresas (quiero creer que no todas) priman la cantidad sobre la calidad. Vale, es una apuesta. Una apuesta que a la larga puede llevar a perder clientes. Pero si no eres una PYME y tus ventas son muchimillonarias, qué más da. Al final no hemos avanzado tanto desde los días del trabajo bien hecho. Vivimos los días de la hamburguesa , y si pueden ser  100 hamburguesas la hora, mejor. El cocido ha muerto, la artesanía es historia. 

Nunca creí que escribiría una entrada con alegorías deportivas. Pero el deporte , en el que parece que se refleja toda la sociedad, es un buen símil . 

El culto al pichici, al mayor goleador, al que más canastas mete. Eso no me parece mal en deportes “individuales” (atletismo, tenis, karate…) en los que gana el mejor, el más rápido, el más fuerte. 

Pero la mayoría de nuestros en torneos laborales, digo, entornos laborales  no son para héroes solitarios. 

Se nos lleva años aleccionando, y con razón, con el cuento del trabajo en equipo. Yas sabemos que un campeonato no lo gana el goleador en solitario. Un delantero, un pivot, no podrían contribuir a la victoria sin defensas, sin aleros, sin escoltas, sin bases, sin porteros. 

Si por el número de goles metidos se juzgase a Iker Casillas , o a Magic Johnson por el número de canastas (que las hacía) no habrían sido nunca leyendas del deporte.

En nuestras modernas granjas de humanos productores solo se valora a la gallina ponedora que pone más huevos, aunque luego esos huevos sean tóxicos.

El día que el equipo pierda el partido , el campeonato, la copa, la liga, la conferencia Este, alguien se lamentará de haber fichado solo goleadores. O no. 



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