sábado, 29 de junio de 2013

Nos echaron de nuestros pueblos, nos quitaron nuestro paisaje


“Esta es Castilla, que faze a los homes e los gasta” (Alfonso Fernández Coronel)

Ayer, me senté con mi tio al sol. Es un viejo maderero, de los que iban con el hacho y la merienda a hacer leña y madera. Comentamos la ola de incendios. “Me pareció ver el otro día en la televisión unos ingenieros que decían que el problema es que los montes están muy sucios“, comentó. “¿Sabes qué apuntan como solución? hacer leña, limpiar el monte de maleza y que vuelvan a pastar los animales en él 

Ví en su cara la queja que tantas veces hemos hecho en el mundo rural. Nos prohibieron que pastara el ganado, es decir, nos quitaron la ganadería extensiva. 

Nos prohibieron realizar las limpias del monte para que grandes empresas se lo quedaran por medio de subastas, nos quitaron una vez más el trabajo. Inventaron plantaciones de especies no autóctonas, llegaron los vallados, las podas, el ramaje en el suelo por toneladas que nadie limpia, nos quitaron nuestro paisaje. 

Nos echaron de los pueblos por paletos, sin preguntar.“ ¿Y ahora lo que hacíamos antes es la solución?” me pregunta. Sé que ninguno de los “expertos” les va a pedir perdón ni a los pocos que quedan ni a los que arrastraron a marchar. 

(Mónica Lafuente, Duruelo de la Sierra, Soria.)

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El “paleto” no es el hombre del campo, el verdadero paleto es el “moderno” que ignora o ha contribuido a destruir lo que generaciones construyeron con su sangre y su sudor. El campesino supo vivir durante siglos en armonía con nuestro patrimonio natural. Pero los iluminados de turno que llenan su discurso con palabras como progreso o desarrollo vinieron, vencieron, y seguirán exportando sus majaderías mientras los bosques arden o los campos lloran la ausencia de sus hijos. 

El medio rural agoniza desde el s. XIX gracias a gentes como ellos, políticos, próceres y ciudadanos. 

Que los dioses de nuestros antepasados os maldigan. Yo os maldigo por lo que habéis hecho. Y por lo que no habéis hecho, prepotentes, ignorantes, necios.

domingo, 9 de junio de 2013

MURIERON CON LAS BOINAS PUESTAS

LoboMesetarioLosCastellanosSiempreFueronRebeldes

"El verdadero castellano es indomable, no le reduce ni el frío ni el calor ni el hambre ni la tortura, ni la paz ni la guerra, es altivo y libre bajo una apariencia humilde y sencilla; y desde remotas épocas, mientras otros pueblos y razas de la historia vivían en la servidumbre, él sólo impera por la generosidad y el heroismo. Antes morir que entregarse. Fue aventurero e independiente, con orgullo y dignidad de su pobreza llega a mendigante, pero no a esclavo. En cambio se rindió siempre al que le llamó amigo." (Luis Pérez Rubín, Flor de la Vida)

Indomable. Irreductible. Lobo solitario.

Nunca nos rendiremos, se proclama desde un blog amigo. http://madridcastilla.wordpress.com/2013/05/23/nunca-nos-rendiremos/ 

Gran entrada, en la que se recogen algunas consignas e ideas-fuerza que llevo repitiendo por medio de este blog y  otros foros desde hace tiempo.

Pero ahora voy a “hablar de mi libro”, que para algo este es mi bitácora personal.

El título de esta entrada a algunos les sonará cómico, como casi todo lo que escribo. Algunos confunden sarcasmo con literalidad, o humor combativo con superficialidad.

Sencillamente, es una declaración de principios, dedicada, cómo no, a los que nos ridiculizan y no nos toman en serio, a esos que nos llaman  despectivamente “nacionalistas con boina”, esos renegados de su sangre que identifican tan humilde y noble prenda con la  España rural, que para ellos es atraso y palurdez.

Pero es así. Algunos no nos vamos a rendir nunca, aunque nos duela el alma.  Aunque nuestras ideas desagraden por igual a las izquierdas del cosmopaletismo y a las derechas de la España torrentiana, devota de Alfonso y de la “roja”. Aunque las entradas de este humilde blog no susciten el interés “en la comunidad castellana de blogs”.

Parece ser que una anterior publicación en mi blog fue malinterpretada. No se supo leer entre líneas en una entrada que pretendía reflejar empatía hacia los sentimientos de uno de los artífices del castellanismo moderno y líder del último partido castellanista moderado.

Pues quien piense que “Vencidos-II” (complementaria a “Vencidos”, publicación en la que hablaba de otro “viejo castellanista”) era la firma de una rendición, se equivoca. No es lo mismo sentirse vencido en una batalla que firmar la capitulación. Quizá me equivoqué con el título. Debería haber dicho que me sentía derrotado, no vencido. Podremos perder todas las batallas, pero la guerra no estará perdida mientras uno sólo de los nuestros siga peleando. Como Hernán Cortés, hemos “quemado las naves”, ya no hay vuelta atrás.

Se me ha acusado implícitamente de derrotismo. ¿Un derrotista recorre cientos de Km. de geografía castellana para llevar “la buena Nueva” a los gentiles? ¿un derrotista pasea una bandera que unos no entienden y otros miran mal por las calles de Burgos bajo, literalmente, el granizo y los relámpagos? ¿Un derrotista empapela su barrio (y otros) de pegatinas de cierta asociación cultural castellanista a sabiendas de que ciertos personajes ignorantes las van a arrancar tan pronto las vean? ¿Un derrotista sigue noche tras noche batallando desde las redes sociales (en unas ya menos) contra la ignorancia y los enemigos de nuestra tierra?

Voy a seguir dando guerra, señores. Otra cosa es que no me sienta dolido, muy dolido, con ciertas actitudes de mis propios camaradas.

Es muy cansado tener que estar constantemente luchando en varios frentes. A veces es desalentador ver que casi nadie habla tu idioma. No busco, como dijo un amigo, la “palmada en el hombro” del que no nos entiende o directamente nos desprecia. No busco ya “convertir” al castellanismo a esas masas de lobotomizados por el sistema que se burlan de nosotros o nos consideran unos fanáticos plastas. Pero al menos esperaba el reconocimiento y el apoyo de mis propios compañeros de trinchera.Y no lo siento así.

EN CASTILLA NADIE ES MÁS QUE NADIE reza el fuero de Sepúlveda. Pero en el castellanismo virtual, parece que unos son respetables, y otros sólo somos unos meros bufones.Sinceramente, prefiero la bala enemiga a la indiferencia de los amigos.

No voy a dejar que mi ego dolido se anteponga a una causa que considero sagrada. Castilla está por encima de partidos, asociaciones y personalismos. Tampoco quiero conflictos con los míos. Contra el enemigo estoy dispuesto a luchar. Pero al “fuego amigo” ni sé, ni quiero, ni me veo con fuerzas de combatir. A ningún futbolista le gusta quedarse en el banquillo.

El castellano es un hombre libre. El castellanista, más aún. Y quizá en ocasiones no nos quede otra que volver a ser lobos solitarios.

Sea como fuere lo que nos depare el destino, haría falta que me lobotomizaran para hacerme cambiar de ideas sobre España, Castilla y Madrid. Moriré con la boina puesta. Parafraseando cierto lema militar, A Castilla, servir hasta morir.

Y si hay que partir al destierro, sea.

“Llevo a Castilla en la planta de mis pies” (Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid Campeador)

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