martes, 17 de octubre de 2023

De goledores, Pivots , Bases y granjas humanas


Como ya me he lamentado en alguna que otra entrada de este blog parece que esta sociedad competitiva , burda copia de anglosajones y japoneses, solo valorase a los "números uno". 

Ídem en nuestro mercado laboral No sé si en todos los ámbitos, pero la tendencia que yo veo a mi alrededor es esta. Los resultados están bien, claro que sí. Y los números. Pero esa obsesión con los números, con cuantificar todo, con la productividad. Pero la productividad  entendida esta como número de contactos/hora o de ventas inmediatas. El cortoplacismo español. Cuanto más mejor. El burro grande, ande o no ande. Y el que venga detrás, que arree. Parece ser que a algunas cabezas pensantes de ciertas empresas (quiero creer que no todas) priman la cantidad sobre la calidad. Vale, es una apuesta. Una apuesta que a la larga puede llevar a perder clientes. Pero si no eres una PYME y tus ventas son muchimillonarias, qué más da. Al final no hemos avanzado tanto desde los días del trabajo bien hecho. Vivimos los días de la hamburguesa , y si pueden ser  100 hamburguesas la hora, mejor. El cocido ha muerto, la artesanía es historia. 

Nunca creí que escribiría una entrada con alegorías deportivas. Pero el deporte , en el que parece que se refleja toda la sociedad, es un buen símil . 

El culto al pichici, al mayor goleador, al que más canastas mete. Eso no me parece mal en deportes “individuales” (atletismo, tenis, karate…) en los que gana el mejor, el más rápido, el más fuerte. 

Pero la mayoría de nuestros en torneos laborales, digo, entornos laborales  no son para héroes solitarios. 

Se nos lleva años aleccionando, y con razón, con el cuento del trabajo en equipo. Yas sabemos que un campeonato no lo gana el goleador en solitario. Un delantero, un pivot, no podrían contribuir a la victoria sin defensas, sin aleros, sin escoltas, sin bases, sin porteros. 

Si por el número de goles metidos se juzgase a Iker Casillas , o a Magic Johnson por el número de canastas (que las hacía) no habrían sido nunca leyendas del deporte.

En nuestras modernas granjas de humanos productores solo se valora a la gallina ponedora que pone más huevos, aunque luego esos huevos sean tóxicos.

El día que el equipo pierda el partido , el campeonato, la copa, la liga, la conferencia Este, alguien se lamentará de haber fichado solo goleadores. O no. 


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