Vergüenza, asco, indignación, impotencia. Las palabras se agolpan y empujan intentando definir cómo me siento al ver las imágenes de los peces muertos en el rio Tajo. Palabras, son solo palabras. Los hechos son otra cosa. Hechos: hace 40 años (bonita cifra) que se prohibieron los baños en el río Tajo a su paso por Toledo. Décadas de trasvase a Murcia de unos supuestos “excedentes” que ya no son tal. Desarrollo de una tierra peninsular a costa de otra. Algo de lo que sabemos mucho los habitantes de las Castillas.
El Tajo tiene quien le defienda, claro que sí. Valientes voces como las de Miguel Angel Sánchez @golindelasenda, Miguel Méndez-Cabeza @talaveranator y otros toledanos, arriacenses, talaveranos, luchando por su tierra y por su patrimonio natural. Pocos, demasiado pocos, aunque buenos, muy buenos.
A mi particularmente me resultan dolorosas estas imágenes. No en vano pasé mi infancia de río en río, Eresma, Jarama, Tajo, Manzanares, Henares, sobre todo Henares, acompañando a mi padre, pescador fluvial. Los ríos son para mi como para otros el mar o la montaña, son parte de mi vida.
Ahora llega el llanto y rasgarse vestiduras, pero me pregunto, ¿qué hacemos para cambiar esto?
No ha mucho miles de voluntarios (entre ellos muchos madrileños, toledanos, y de otras provincias del sur de Castilla) se movilizaban para limpiar las playas gallegas de las consecuencias de un vertido.
¿dónde está nuestra juventud movilizada? Sí, en las plazas del 15M, eso está muy bien. Pero mientras los mineros se mueven por salvar lo suyo, aquí seguimos jugando a no se sabe muy bien qué.
Los partidos mayoritarios luchan con denuedo por captar votos en Toledo y el resto de Castilla-La Mancha, pero después no se ve que sus diputados (nacionales y autonómicos) hagan nada durante 4 años por defender los intereses de su tierra y sus votantes.
Luego, a los que intentamos hacer algo desde formaciones minoritarias ligadas a la tierra se nos ataca llamándonos friquis, palurdos o “nacionalistas con boina”. Pues vale. Ya vemos las consecuencias de apoyar y votar a esa gente tan cosmopolita. El Tajo se muere, con su aquiescencia.
Pero la culpa no es sólo de los políticos, qué cómodo es descargar en ellos toda responsabilidad. Lo primero: ¿quién les ha votado? Lo segundo: los mismos toledanos y castellano-manchegos que tanto se lamentan y critican a “Madrid” por ensuciar las aguas luego resulta que aplaudieron con las orejas hace 30 años la segregación de Madrid del invento “castellano-manchego”. ¿alguien cree sinceramente que si Madrid y CLM hubiesen sido una sola autonomía, Castilla la Nueva, nos hubiesen tomado el pelo y humillado como llevan haciendo tanto tiempo? Al menos habría unos cuantos millones de madrileños potencialmente indignados por el expolio de “nuestro” río.
En cambio, estos 30 años de autonomías y sobre todo, de lavado de cerebro promovido por las instituciones autoanémicas, han conseguido que el madrileño no sienta apego por sus ríos, campos y provincias cercanas. Se nos ha vendido “la moto” de que somos Nueva York y lo más “modelno” del mundo mundial, y que lo que nos rodea es campo yermo. Eso sí, luego a consumir las hortalizas murcianas regadas con nuestra agua y nuestra sangre casi.
Pero si el madrileño medio es culpable de idiocia y de no mirar a su alrededor, los cajtellanomanchegos y toledanos no son mucho mejores. Ya lo he señalado antes: votar a PPSOE y démás partidos a los que CLM y Castilla en general les importa una higa, y culpar a los madrileños en vez de intentar reintegrarlos en una autonomía común.
“Divide y vencerás”. Nos han dividido, humillado, hacen con nosotros lo que quieren. Y no digo más. Quien tenga cerebro para pensar, que piense.