"ALGÚN DÍA LLEGARÁ UNA VERDADERA LLUVIA QUE LIMPIARÁ LAS CALLES DE ESTA ESCORIA."
(TRAVIS BICKLE, TAXI DRIVER)
Ojalá, Travis, ojalá. Mira tú que cuando los mercaderes del templo han decidido, asamblea de majaras a lo "revuelta en el Frenopático"(1) que el cambio climático es dogma inamovible de ciencia. Cuando todo parece perdido, vuelve la lluvia. Vuelve el otoño. Un otoño como los de antes -viento. lluvia y frío- Cielos grises pero esperanzadores. Esperanza en la ira de Dios .
Ya podéis fumigar todo lo que queráis, reuniros en el puente de Bilder , destruir presas , arrancar olivos , doblegar voluntades y lobotomizar a masas de televidiotas.
El Dios de la Lluvia es más poderoso que todos vosotros, que vuestros ejércitos, vuestros contables y vuestros periodistas.
Pablo Guerrero ya "cantuvo" en su día eso de que tenía que llover a cántaros. Solo que cuando él predijo lo de "Ellos seguirán dormidos /En sus cuentas corrientes de seguridad/ Planearán vender la vida y la muerte y la paz" pensaría sin duda en los burgueses de la España franquista y en su mundo hipócrita y decadente. Quién le iba a decir que 50 años después los que "lucharon" contra el régimen y sus hijos serían unos burgueses iguales o peores, que nos vendieron y venden una sociedad igualitaria que en realidad es un gran zurullo postmoderno, un excremento nieto del mayo del 68 reconvertido en un cóctel de ideologías progres, woke y hembristas. Mucha escenografía para un guión tan plano.
Hoy, como en 1972, seguimos sufriendo sequía de Justicia Social y de verdadera igualdad. Seguimos en manos de usureros y vende-patrias.
Los herederos de los señoritos y de los que tiraban adoquines en París o Lavapies siguen gestionando nuestras vidas terrenas. Apoyados por los tontos útiles, los Borjamaris de Serrano o los punkies de la Moraleja.
MamPPorreros de Bruselas, PSoemetidos a Rabat, PortavoXes de Telaví que te vi y aliades pudrimitas , administran las directrices de la Plutocracia que de verdad manda. Pero con perspectiva de género e inclusividad, eso sí.
"....Pero tú y yo sabemos que hay señales que anuncian
Que la siesta se acaba
Que la siesta se acaba
Y que una lluvia fuerte, sin bioenzimas, claro.
Limpiará nuestra casa
Limpiará nuestra casa
Hay que doler de la vida hasta creer
Tiene que llover
Tiene que llover
Tiene que llover
Tiene que llover a cántaros (...)
El caso es que ya me da igual que llueva, nieve o sople el siroco. Esta semana hemos perdido a nuestro último lucero, en marzo perdimos al penúltimo. Al final el tiempo es ceniza, y el Amor la imagen de un recuerdo.
Tiene que llover, sí. Pero fuego.