Aquí yace un hombre sencillo.
No buscó fama ni riquezas
Nunca deseó el mal a sus semejantes, aunque sin duda falló a unos, defraudó a otros, dañó involuntariamente a unos pocos.
Siempre intentó regirse por su conciencia, su sentido del deber, el honor y la lealtad.
Prefería una botella de cerveza con unos amigos a un crucero . Un atardecer en el campo a una mansión . Una chopera a orillas del Henares a un apartamento en la playa.
El amor de los suyos al poder . Siempre creyó que lo importante de las personas no era su posición social, dinero o su físico, sino su alma y su conducta.
Aquí yace un castellano, un hombre libre que jamás se doblegó.
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