lunes, 8 de enero de 2024

Cuentos postmodernos (IX) : Piella, la Sagra y Northern Soul




...Y ahí estaba yo, haciendo la paella mientras sonaba "Suspicion", de The Originals


Para llevar la contraria, paella un lunes. Que para eso es mi día libre esta semana. 

Bueno, llamarla paella quizá no sea apropiado. Arroz con cosas, aunque la paella propiamente dicha sea la sartén , y el guiso original no sea el que te hacen en los chiringuitos o bares o tu cuñao, con tanto invertebrado marino.

Qué demonios, la filosofía de la paella originalmente no era tan distinta a la de la sopa castellana y tantas otras recetas populares. La filosofía de aprovechar los ingredientes que se tienen a mano.

Y hoy lo que yo tenía a mano era cebolla, ajo, pimiento morrón, guisantes, champiñones, tomate frito, pimentón, pollo , chorizo y caldo de pollo (toma redundancia) . Para algunos el chorizo en la paella es una aberración comparable solo a la piña en la pizza . Los ortodoxos de la cosa me dirán, en efecto, que lo que yo hago no es paella. Da igual que eso que hacen con marisco y pollo tampoco sea la genuina paella de los campesinos valencianos.


El caso es que andaba yo con mi receta, mi botellita de cerveza artesana La Sagra y ese Northern Soul que quita el sentío cuando hasta mi ventana se acercó un humilde gorrión. 


Cual sería mi sorpresa cuando el pequeño paseriforme abrió su pico y me pidió que le acompañase.


- Pero , ¿cómo ?  -le dije desde mi asombro- ¿cómo te voy a acompañar?.

+ ¿ ah, y te parecerá lo más normal del mundo que un gorrión hable ?

- Si yo te contase las cosas raras que he visto…

+ venga, tómate esta pasti , te encogerá y podrás subirte a mi lomo


Y así hice. Como un increíble mocker menguante tras tomarme la pastilla empecé a encoger hasta llegar a la escala playmobil, Una vez con ese tamaño pude subirme a la grupa, si puede decirse así, del gorrioncillo.


+ agárrate fuerte, que despegamos


De este modo sobrevolamos las calles , los árboles, los parques, hasta llegar a un apartado paraje en el  parque de Pradolongo. 


+ Hemos llegado, humano. Tómate esta otra pastilla y dirígete hasta esa encina


Todavía estupefacto y desconcertado por la experiencia y el vuelo me tomé la nueva pastilla que mi amigo alado me ofrecía. Tras recuperar mi escala de humano 1/1 y despedirme del gorrión, que para más señas dijo llamarse Felipe y ser natural de Mieres, Asturias, me dirigí hasta la encina, bajo la que dormitaba la siesta un anciano vagabundo de luengas barbas y roñosa indumentaria.


* Hola, Vicente, te estaba esperando. Espero que el viaje con Felipe Air fuese ameno.

- ¿quién eres tú, anciano, que me conoces y esperas ?

* Soy Macarrel, el ángel itinerante . Tengo un encarguito para ti


Y, con estas misteriosas palabras, me entregó un libro extraordinario,  como no había visto igual . Sus tapas,  madera de nogal. Y  en lugar de páginas, unas planchas de plata con caracteres de letra cancilleresca . El libro se intitulaba “Libro del Muermón“ 


Asombrado abrí el primer capítulo: “Recetas para mortales, mutantes, y tipos de Carabanchel”

Ante mí se desvelaron los secretos de la gastronomía popular . El propio Muermón lo revelaba claramente en el capítulo primero, versículo 33 : “deja que los muchachos camelen como camelan. Si a los chavales les camela poner chorizo al arroz, así sea, que para eso están en Castilla, Carajo “


De este modo, con estas reconfortantes palabras en mi corazón y una sonrisa en mi rostro me dirigí hasta la parada del autobús 121. De ahora en adelante, tras esta revelación,  le echaría a mi arroz pimentón, caldo de pollo , nuez moscada, güisqui DYC  chistorra y chorizo.  No, no era Paella. Era Piolla.



Y Mis aventuras no habían hecho más que empezar



Oráculo de Carabanchel. Enero de 2024

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