Érase
un pais de poetas, santos y héroes. Un país de Quijotes, Soledades,
Vencidos y pícaros. Un país que era muchos países, un lugar
dividido no en dos Españas, sino en muchas más.
Dividido
en tribus desde antes de Roma, gobernado por gentes que no le tienen
amor, sumido en la tiniebla de las luces y en la opresión de la
libertad
Un
país en el que tras una última guerra, que el demonio maldiga
eternamente , los vencedores no pudieron acallar por mucho tiempo la
voz de los poetas malditos del bando perdedor.
Vencidos,
como León Felipe. Muertos de hambre y miseria, como Miguel
Hernandez. Asesinados por la barbarie como García Lorca. Cubiertos
por el polvo de un país vecino, como el gran maestro Machado. Al que
incluso las enciclopedias “franquistas” consideraban el más
grande poeta del siglo. Caso aparte fue don Miguel, que llegó a
creer en el socialismo y la república, tuvo el rifirafe aquel de la
Universidad con Millán Astray, y al final murió al poco de empezar
la contienda desengañado, harto de “los hunos y los hotros”
A
todos ellos los estudié en ei colegio cuando aún vivía el
dictador. Nadie nos prohibió en ese supuestamente atroz y opresivo
régimen estudiar a los maestros. Incluso un cantautor (catalán,
para más inri) musicó algunos de sus poemas, y así los aprendieron
generaciones.
Pero
también estudié a los santos, los místicos y a los héroes de la
“unidad de destino en lo universal”, Pelayos, Viriatos y Teresas.
¿A
todos? No, algunos quedaron durmiendo el sueño de los justos, como
el almirante vasco que derrotó al inglés en Cartagena de Indias.
Hace
décadas que murió el dictador, muchas más han pasado desde fin de
la guerra, aunque muchos, que no la vivieron, siguen empeñados en
volver a la misma o a recrear sus causas.
Los
poetas son utilizados por fanáticos sectarios para justificar su
utopía criminal , su “mundo geñiz” su 1984 proletario y ateo.
Los héroes y los santos son utilizados por patrioteros de torito
Osborne y éxitoas deportivos a los que no les importa que la mitad
de su país agonice entre despoblación y abandono.
Es curioso. En los días del régimen se respetaba a los poetas vencidos, aunque fuese a nivel popular, académico y escolar. Hoy día en cambio un guionista de mayor o menor valía puede permitirse la burla de uno de los insignes españoles que dieron todo por la patria común. Esto sólo pasa en esste país de resentidos, endofobia y complejos. El único país en el que la leyenda negra creada por sus enemigos se la creen a pie juntillas los propios nativos.
Curiosos
y absurdos tiempos en los que los Comuneros, caballeros cristianos y
patriotas castellanos son reivindicados por marxista- leninistas
internacionalistas o por liberales decimonónicos, o en los que la
muy católica y tradicionalista María de Pacheco ha devenido icono
de feministas filoetarras
Tiempos
en los que Blas de Lezo se ha convertido en el portaestandarte de una
“nueva” derecha liberal que es aznarismo 2.0: OTAN, FMI, UE...o
sea todo lo contrario a la Soberanía e independencia nacionales que
defendió el héroe vasco.
Y en
esas estamos. Y yo, como don Miguel, cada día más hastiado de tanto
cabestro, aunque (de momento) no nos maten por la bala, sino por el
asco o la indignación.
Érase
un país de poetas y héroes. Los giliprogres de la izquierda
endófoba y postmoderna pasarán. La derechona de pulsera rojigualda
insensibñe al dolor del pobre pasará
Los
poetas, los santos y los héroes vivirán para siempre en nuestro
recuerdo. Y a nosotros, ¿quién nos recordará?
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