Parece que por caprichos del destino este blog ( o lo que sea) se ha convertido en un obituario de bateristas en 2025 .
Quizá publique poco por mi falta de motivación para escribir algo distinto a mi interminable "novela".
Así que frente a otras ideas para nuevas entradas la realidad ha impuesto nuevamente el impacto de un deceso.
A ello, pues. Clem Burke, batería de Blondie, entre otros grupos, falleció hace pocos días.
Son curiosos los paralelismos entre ambas vidas y ambas bandas. Rick y Clem, Jam y Blondie.
Sincronicidad, podríamos decir. Ambas comparten una época de nuestras vidas. Y , desde estilos diferentes, tienen mucho en común, los grupos y sus baterías Empezando por esa emergencia juvenil que estalló con el punk como respuesta a la pomposidad del rock triunfante hasta entonces en los 70. Ese Rock afectado, con solos de guitarra interminables en "canciones" inacabables.
Punk, New Wave, Power Pop, Revival Mod, Revival Ska....todos estos estilos reivindicaban en cambio las raíces del Rock and Roll, su inmediatez adolescente . Píldoras condensadas en temas de no más de cuatro minutos y cuya quintaesencia serían los Ramones.
En eso estaban, bajo distintas etiquetas, Jam y Blondie .
Menda, como tantos de mi generación, conocíó antes a Blondie, que sonaba más en la radio y era más comercial. Pero, oh paradoja, los chicos de Harry, sin ser mods, contribuyeron a mi acercamiento a esa subcultura urbana, versión revival. Los mods de mi Instituto, que cursaban COU (1) y eran dos o tres años mayores que nosotros (lo que de adolescente es una diferencia notable) llevaban en sus grises gabardinas chapas de Blondie y otros combos de New Wave, junto a las de Madness, The Jam, The Who....
No frecuentaba la "escena mod" de entonces, por lo que no puedo opinar desde dentro, pero de lo que había por mi Instituto mucho podría considerarse hoy en día "plástico" o "no auténtico" Fuera como fuese, esos "mayores guays" me influirían tanto como el intercambio de Lps y cassettes con compañeros o los programas molones en FM y TV (ay, el Popgrama de Carlos Tena y Diego Manrique )
Mods aparte, en esos días era fácil confundir a muchos nuevaoleros con los mods del revival: pintas parecidas, corbatas, trajes, gafas oscuras...y una similar actitud. La música tampoco era tan distinta. Al fin y al cabo las diferencias, musicalmente hablando, entre The Vapors ( mods) y los Dirty Looks ( Power Pop ) eran imperceptibles no pocas veces . En canciones, sonido y estética. En el caso de Blondie, Clem siempre me pareció de lo más mod en cuanto a "look", parafernalia de "dianas" mod, flechas de doble sentido, peinado...
No sé qué fue antes, si ver a los colegas mayores del "Insti " como fans de los neoyorquinos o escuchar a éstos en radios o TV. Sea como fuere, si algo les definía era la presencia de Deborah Harry, el sex symbol de toda esa movida, con permiso de Kate Pierson o Siouxsie.
Como pusimos en el cartel de una fiesta que hicimos ya en los 90 con musicotes de aquella época. fuimos la "generación que amó a Debbie Harry " (parafraseando la frase "generación que amó a Kim Novak")
Debbie Harry; su magnetismo sexual y sensual, su chulería y esos posters que vendían en Discoplay en que parecía una-Dominatrix, látigo incluído..
Tras la rubia siempre me llamó la atención más que Chris Stein o cualquier otro ese baterista de impecable vestimenta y con una manera de tocar que ejemplificaba esa Nueva Ola. O, como leí recientemente por esos interneses de Dios, el "Power Pop encarnado".
Se entrelazan los recuerdos de Blondie y de Clem. Cómo olvidar que la primera canción que escuché de ellos, "Dreaming, sería impensable sin ese toque de batería. Uno de esos sonidos que marcaron mi pubertad, casi tanto como el riff de My Sharonna o los arpegios de Message in a bottle.
Allí estábamos mi B.U.P (2), mis colegas y Blondie. En 1982 adquirí mi primer LP de ellos, un "grandes éxitos" sin desperdicio. Otro paralelismo: 1982 también fue el año que me agencié "The Gift" mi primer álbum de The Jam, . Menudo año: el mundial del Naranjito", la primera visita de san Juan Pablo II a España y el comienzo de mi C.O.U.
Fue precisamente in illo tempore que mi amigo Montes, sus colegas del Chamberí profundo y yo mismo empezamos a quedar muchos viernes para jugar al Monopoly. Que ¿qué tiene que ver esto con Clem Burke? Mucho. En esas legendarias partidas, jugadas con unas reglas ligeramente distintas a las oficiales, solía sonar el Greatest Hits de Blondie , entre otros "vinilos", en mi añorado giradiscos Dual Bettor. Todavía me parece escuchar al bueno de Alejandro Cuéllar diciendo "Vicente, pon el disco de Boldie (sic) "
Así que Blondie y la batería de Clem formarían parte de la banda sonora de aquel curso 82-83 tan decisivo. Con los años iría adquiriendo toda la discografía de la banda, tanto en vinilo como en Cd ( los 90 y sus cosas) , pero nunca llegaría a verlos en directo.
Habría que esperar al recién inaugurado siglo XXI para ver a Clem en escena. Con otra banda representativa del Power Pop, los Romantics. Aunque en aquella ocasión se decantasen más por el Rhythm and Blues sesentoso de bandas como los Rolling o los Yardbirds. En ese concierto de la Sala Arena no vimos a la formación original, pero los "fichajes" fueron de lujo y categoría, con Mike Sobieski , entre otros, a junto a Clem Burke a las baquetas.
Esas baquetas de Clem que pasarían a ingresar mi pequeño olimpo de bateristas junto a Keith Moon, Charlie Watts, Ringo Starr, Tommy Ramone, Ginger Baker ,"Bonzo" Bonham, Rick Butler o Steward Coppeland.
La cuestión es que Clem ha abandonado el edificio. Cada vez quedan menos referentes generacionales para los que nos acercamos a la sexta década. Ya no habrá más partidas de Monopoly en un oscuro caserón de la calle Andrés Mellado. Y yo, yo ya no tengo 17 años.
(1) C.O.U ; Curso de Orientación Universitaria, sucesor del "PREU" y año de transición entre la educación secundaria y la Universidad.
(2) B.U.P.: Bachillerato Unificado Polivalente. Se cursaba tras la E.G.B, abarcando buena parte de la adolescencia.
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