sábado, 10 de mayo de 2025

IÑAKI


Parece finalmente que este año solo escribo en este blog por la muerte de personajes que admiro.

Aunque el caso de esta entrada es más doloroso, porque el personaje era una persona a la que llegué a conocer fuera del escenario, compartiendo cervezas y risas. 

Hoy nos ha dejado un referente generacional y una gran persona. 

Decir Iñaki es decir Glutamato Yeye, con permiso de los hermanos Recio.

Decir Glutamato Ye-ye es decir uno de los momentos más creativos y divertidos de nuestra historia musical ( me niego a llamarlo "movida madrileña", ese palabro tan manido e instrumentalizado que al final no dice nada) . Y decir Iñaki es hablar de nuestra juventud perdida.

La primera vez que escuché a Glutamato Ye yé fue, como no, en la radio. Cuando había programas de música pop al margen de la radio fórmula. Tiempos en los que Diego Manrique, Ordovás, Juan de Pablos, Abitbol,  Patricia Godes o Gonzalo Garrido reinaban en las ondas. Cuando lo independiente no era minoritario pero tampoco era rebaño.

Sonaba esa canción sobre unos niños de color que pasaban hambre y frío. Un título hoy políticamente incorrectísimo. Aunque os parezca mentira, este -entonces ingenuo- adolescente se emocionó con la letra, tomándola al pie de la ídem. Aún no sabía que las letras de los Glutamato eran pura sátira, trasgresión, o mera diversión,cuando no rozaban lo surrealista. 

Pocos años después (quizá al año siguiente, no lo sé) volví a escucharles en casa de mis amigos María y Javi "Milikito". En esa ocasión con un tema de pegadizo ritmo y trepidante línea de bajo en defensa de la alimentación vegetariana. En ese maxi de "Comamos Cereales" empecé a descubrir la quintaesencia de estos paladines de las llamadas "Hornadas irritantes".

A mediados de la década prodigiosa fui a verles actuar. Recuerdo cierto concierto en el Parque del Oeste, creo que fue en el Homenaje a Tierno Galván. Momentos irrepetibles de nuestra juventud: la primavera en todo su esplendor aunada con nuestro fervor adolescente, el olor a comida y hierba de todos los tipos, y actuaciones memorables: Ana Curra, Gabinete Caligari, Los Elegantes, Derribos Arias, y por supuesto, Glutamato Ye ye.

La actuación de Glutamato fue de las más divertidas. Iñaki llenaba  el inmenso escenario. 

Basten dos recuerdos de ese concierto para definir a nuestro audaz amigo. El primero: una lluvia de cigarrillos y botellas de litro (litronas)  habían obligado a retirarse a los Elegantes por botellazo a Emilio, otro viejo conocido mío. En cambio, Iñaki, en la misma tesitura, se enfrentó a los punkies lanzadores de objetos retándoles a subir al escenario y vérselas con él. Los lanzamientos cesaron. Eran días, todo hay que decirlo, en que la violencia juvenil campaba a sus anchas y no era extraño que los conciertos ( al aire libre como éste, o en locales ) acabasen en batalla campal. Las fuerzas del orden, ni estaban ni se las esperaba.

Ese fue uno. El otro recuerdo, en ese mismo concierto fue el intrépido Iñaki, con bandera del Atlético de Madrid por capa, trepando cual Spiderman castizo  por una de  las torres metálicas de los focos , sin red ni arnés, cantando "soy un socio del Atleti" ( con música del novio de la muerte). Los tenía muy bien puestos el Iñaki.  Ya por entonces era leyenda. 

También estuvo el día que salió en "la Edad de Oro" de la también añorada Paloma Chamorro. "Aberrando", como les gustaba decir, con su amigo Poch , haciendo coros a Loquillo, si la memoria no me falla. 

Hubo vida después de Glutamato.  Ahí estuvieron "los Pecadores" actuando en la Sala Universal, con Rosi de Palma de bailarina cuando aún nadie sabía que era eso del Burlesque. 

Ya a principios de los años 90 tuve el placer y el honor de conocerle en un bar de copas de mi barrio que llevaba Patacho, el guitarrista de Glutamato, con el que llegamos a trabar cierta amistad . Bar en el que organizamos algun que otro fiestorro. Ese bar, "En el Salón" me demostró que el enfrentamiento entre las llamadas "Hornadas irritantes" y los que ellos llamaban despectivamente "Pop baboso" eran tan artificial en el fondo (y en las personas) como lo fue el enfrentamiento Beatles/ Rolling Stones. Que ¿a qué viene esto ? a que por "En el Salón" se dejaban caer desde el propio Iñaki a Ñete "Nacha Pop" o José Mª Granados (de Mamá) entre otros músicos de los 80.

En todo caso, en ese local descubrí a un Iñaki muy distinto del personaje público. Iñaki, el personaje, era provocador, audaz, valiente. 

Luego estaba Iñaki, la persona que recuerdo:  afable, nada pagado de sí mismo ni de su fama (como todos los grandes), divertido y entrañable. 

A "En el Salón" también fui alguna vez con nuestro amigo común Sebas "Polanski" ( de "Polanski y el Ardor"), que me contó alguna anécdota más sobre el gran Iñaki que me confirmaron de qué madera estaba hecho. 

Luego hubo algún concierto acústico con Patacho a la vuelta de mi casa, en Meléndez Valdés. ¿La Carihuela se llamaba el bar? El Iñaki encantador ,el provocador, el amable, el trasgresor.  El amigo de sus amigos, el socio del Atlético de Madrid. 

Óyeme, tú que eres joven: hoy mi corazón loco está dolido. Hoy canto a los niños del África al hombre que habita en mi nevera, a los cereales ricos en Potasio, a ese algo que hace tictac, a esa chica que era tan Pop por mi. Hoy seré Harekrsna y sufriré de narcosis. Hoy sentiré la pérdida de otra parte de mi juventud perdida. Se nos mueren los héroes. Y nosotros ya no tenemos 20 años. 




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